Las empresas innovadoras están trabajando hoy en lo que el mercado demandará mañana. La I+D+i fortalece y hace competitivos los negocios porque les permite anticiparse, adaptarse a los cambios del entorno y diferenciarse, ofreciendo antes que ningún competidor nuevas maneras de satisfacer las necesidades de sus potenciales clientes. “El futuro pertenece a los que ven antes las oportunidades”, sostiene con acierto Theodore Levitt, que también afirmaba que las ideas son inútiles, a menos que se usen, porque, mientras que “la creatividad es pensar ideas nuevas, innovar es hacer cosas nuevas”.
Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) ha cumplido en 2015 su primera década de vida. Han sido diez años volcados en ayudar a las empresas a ver las oportunidades antes que otros y, parafraseando a Levitt, no sólo idear cómo aprovecharlas sino hacer cosas nuevas con el objetivo de garantizar su futuro como negocio. En estos diez años, hemos consolidado con éxito un modelo pionero de impulso a la I+D+i empresarial en cooperación con la Universidad y a partir del esfuerzo conjunto público-privado, con un esquema de trabajo que se ha demostrado como válido y efectivo, que ha sido premiado y reconocido y por el que se han interesado gobiernos e instituciones de otras regiones y países.
Casi 600 proyectos de I+D+i financiados con más de 150 millones de euros en incentivos, que han movilizado una inversión privada en innovación superior a 450 millones de euros, son las cifras que avalan el trabajo acometido a lo largo de esta década. Todo ello, además, aprovechando el conocimiento generado por las universidades y centros públicos de investigación de Andalucía, ya que el 21% del presupuesto de los proyectos se ha subcontratado a más de 330 grupos de investigación públicos, una tasa muy por encima del mínimo inicial que se exigió precisamente para promover esa cooperación Universidad-Empresa. Hemos conseguido demostrar que este tándem funciona y ya son casi 84 millones de euros subcontratados a grupos de investigación públicos a través de los proyectos financiados por CTA.
Además, en estos diez años nos hemos consolidado como un punto de encuentro en torno a la innovación. Hemos asesorado a las administraciones públicas en diferentes aspectos relacionados con innovación en múltiples sectores y hemos ayudado a las empresas a alinear su estrategia de I+D+i con sus objetivos generales y a apalancar su esfuerzo en innovación aprovechando al máximo los incentivos fiscales y las ayudas disponibles a nivel regional, nacional y europeo. Hemos tendido un puente entre el mundo científico y la iniciativa empresarial y hemos abordado proyectos como PatenCTA, para valorizar más de 400 patentes académicas en cooperación con las OTRI, IDEA-Citpia, CSIC, IFAPA y SAS. También hemos desarrollado estudios de viabilidad propios en áreas de oportunidad dispares como neurociencias, Big Data, turismo inteligente o trading agroalimentario, entre otros, y hemos realizado y publicado informes estratégicos para ayudar a posicionar mejor Andalucía, como el manual REUNE de casos de éxito de cooperación Universidad-Empresa o el Informe sobre “Andalucía ante los retos de la política industrial europea 2020”.
Toda la experiencia acumulada en estos diez años nos ha permitido evolucionar. Además de enriquecer y fortalecer nuestro clúster de innovación como alianza estratégica para impulsar la I+D+i regional, hemos desarrollado una cartera de servicios avanzados de apoyo a la innovación para ayudar a empresas, universidades, administraciones y otras entidades a rentabilizar su apuesta por la I+D+i, es decir, a transformar en riqueza los resultados obtenidos. Desde evaluación de iniciativas emprendedoras basadas en tecnología hasta asesoramiento estratégico en I+D+i pasando por apoyo en procesos de compra pública innovadora o internacionalización de la I+D+i, nuestros técnicos cuentan con la capacitación y experiencia probada para ofrecer el mejor servicio.
"El futuro pertenece a los que ven antes las oportunidades"
Theodore Levitt
Profesor de Harvard Business School y editor de la revista Harvard Business Review
Debo agradecer a la Junta de Andalucía el mantenimiento de su apoyo a este proyecto de gestión privada que impulsó hace una década, así como a las empresas que han comprometido con la innovación a través de su participación en CTA a lo largo de estos diez años y que son las verdaderas artífices de los logros conseguidos. La estrecha colaboración de las universidades y otros centros públicos de investigación andaluces también ha sido un ingrediente indispensable del éxito de nuestro proyecto.
En 2015, la Corporación hizo un esfuerzo especial para ayudar a las empresas a mantener su apuesta por la innovación y lanzó una convocatoria extraordinaria con unas condiciones especialmente ventajosas. El resultado fue un éxito: las empresas respondieron con gran interés y 2015 se saldó con más del doble de proyectos aprobados y más del doble de presupuesto movilizado que el año anterior.
A lo largo del pasado ejercicio, hemos continuado trabajando para movilizar proyectos de empresas andaluzas en áreas que sabemos que tienen grandes oportunidades, como la sensórica avanzada aplicada al sector salud, los ingredientes bioactivos, Smart Data y Big Data o la agricultura de precisión. Hemos alcanzado acuerdos con entidades especializadas para complementar nuestras capacidades y hemos continuado ampliando nuestra red de contactos internacionales, conscientes de la importancia de la internacionalización de la I+D+i. También hemos cerrado convenios para prestar nuestro expertise como evaluadores y gestores de fondos para proyectos empresariales en programas de emprendimiento como Minerva, de Vodafone y la Junta de Andalucía, o Link By UMA-ATech, de la Universidad de Málaga. Asimismo, continuamos trabajando en los proyectos europeos en los que participamos como socios, como el proyecto Sunroad, para impulsar el sector fotovoltaico en la UE, o la ERA-NET ICT-AGRI2, para la incorporación de TIC y robótica a la agricultura respetando el Medio Ambiente. Otra de nuestras grandes apuestas en 2015 ha sido la Compra Pública de Innovación (CPI), un nuevo mecanismo de contratación pública que plantea grandes oportunidades tanto a la Administración como a las empresas.
En estos diez años, el gasto andaluz en innovación ha sufrido altibajos. Primero, se duplicó entre 2005 y 2010, pero los estragos de la crisis económica terminaron por hacer mella y desde 2011 encadena ya cuatro años de descensos. Es cierto que en 2014 hemos visto como la caída se moderaba y, además, que la bajada andaluza era más suave que la nacional, pero, aun así, urge situar la innovación en la lista de prioridades.
Por eso, el equipo de CTA, un grupo reducido en número pero altamente cualificado y especializado, ha redoblado esfuerzos en 2015 para ayudar a empresas, Administración, universidades y otras entidades a aprovechar al máximo el entorno de oportunidades que existe en estos momentos para hacer I+D+i. La Corporación quiere ser un aliado estratégico en innovación para generar competitividad y riqueza.
Joaquín Moya-Angeler Cabrera
Presidente de Corporación Tecnológica de Andalucía